Viajar sirve a revitalizar cuerpo y mente, pero no está extento de aspectos negativos.
Viajar nos lleva lejos de nuestro país y de lo conocido. Estamos más activos durante las vacacioens y el esfuerzo baja nuestro sistema immunitario.
Las enfermedades pueden aparecer en cualquier momento y convertir las vacaciones en una pesadilla. La combinación de cambio de dieta, patrones de sueño, actividad y condiciones climáticas puede resultar debilitante.
¿Cómo cuida de sí mismo y de sus seres queridos estando en un sitio remoto?
¿ Cómo evitar las emergencias médicas en un viaje?
1. Lleve un botiquín de primeros auxilios
Un botiquín de pimeros auxilios es una parte vital de su equipaje. Guárdelo en su maleta de mano para tener acceso inmediato. Recuerde que el contenido del botiquín no está destinado a sustituir la atención de un profesional sanitario, sino que sirve para el alivio temporal e inmediato de los síntomas.
Hay muchos botiquines de primeros auxilios a la venta, pero también puede armar uno gastando muy poco dinero.
El contenido suele ser:
- Vendas adhesivas de varios tamaños
- Vendas de compresión hechas de material absorbente
- Cinta de tela adhesiva.
- Gasas estériles.
- Vendas de rodillo de anchura variable.
- Tijeras y pinzas.
- Líquido antiséptico.
- Crema para quemaduras.
- Guantes estériles.
- Bastoncillos de algodón.
Puede añadir más productos a la lista, pero estos son el mínimo indispensable.
2. Lleve un botiquín de medicamentos
Aunque no puede evitar las emergencias médicas en el extranjero, puede tomar medidas para no quedar desprevenido.
A parte de toda medicación recetada, un kit médico básico debe incluir:
- Un antihistamínico polivalente que no produzca somnolencia, como la fexofenadina.
- Un antiemético para evitar los vómitos, como el ondansetrón.
- Un medicamento antidiarreico.
- Analgésicos simples como el ibuprofeno y el paracetamol.
- Un analgésico en gel y spray como Voltaren.
- Colirios como el colirio lubricante ambiental Bausch & LombDry.
Si lo desea, puede llevar unos antibióticos básicos como ofloxacina y cefixima, pero tiene que estar seguro de la dosis y de los síntomas.
Algunos prefieren llevar un antihistamínico a la vieja usanza como el Benadryl, que no sólo alivia las picaduras de avejas e incidentes similares, pero también ayuda a conciliar el sueño.
Recomendamos encarecidamente que consulte a su médico antes de tomar cualquier medicación.
3. Controle la presión arterial
Según los CDC, al menos 30 millones de estadounidenses consumen medicamentos para la presión arterial.
Lleve un tensiómetro que le ayude a controlar su condición: si empeora, siempre puede llamar a su médico y pedirle consejo.
Un dispositivo Omron de primera categoría cuesta unos 40 dólares y es extremadamente ligero y resistente. Recuerde, no obstante, que tiene que calibrarlo después de comprarlo.
Muchos llevan también un pequeño oxímetro de pulso. Es útil sobre todo si practica senderismo en grandes altitudes como Ladakh en India. A 5.800 metros, la escasez de oxígeno puede ser mortal. Cuando vea que sus niveles de oxígeno disminuyen, descienda a altitudes más bajas inmediatamente.
4. Prepárese para el jet lag
El jet lag es un molesto efecto secundario de los viajes aéreos modernos.
Sales hacia el aeropuerto a las siete de la tarde, no puedes dormir en el avión y llegas a su destino a las dos de la tarde, todavía a unas buenas siete horas de su hora habitual de sueño.
Debido a que cruza zonas horarias en cuestión de horas, el ritmo circadiano natural de su cuerpo se altera.
Hay muchas estrategias para hacer frente al jet lag: empezando unos días antes del vuelo, cambie un poco su horario de ir a dormir para que esté más alineado con su zona horaria de destino.
Evite la luz azul de los teléfonos móviles y las tabletas durante el vuelo. La luz azul le mantiene despierto, y es mejor que se eche una siesta mientras vuela.
Algunos viajeros experimentados prefieren consumir alimentos ricos en melatonina como el maíz y el brócoli.
Evitar consumir cafeína también ayuda.
5. Protéjase del calor
Los viajeros occidentales adoran relajarse en playas soleadas, pero el calor puede ser letal para los que no están acostrumbrados a ello.
La mayoría de las playas están situadas en zonas calientes y húmedas. La alta temperatura de 34°C del verano puede no parecer excesiva hasta que no se toma en cuenta la humedad de un 70-90%. El índice de temperatura real percibida asciende a más de 43°C .
Si viene de un clima más fresco, esto puede fácilmente causar un ataque de calor. Si viene de un lugar donde los veranos son calurosos, es probable que lo afronte mejor. Los habitantes de Florida pueden incluso sentirse como en su casa.
Es fácil afrontar el calor: quédese en la sombra y encienda un ventilador o aire acondicianado.
La humedad es otra historia completamente diferente: el sudor no se seca y le parece que está ardiendo por dentro.
¿Qué precauciones deben tomar los turistas?
Evite estar al sol y limite sus desplazamientos a las primeras horas de la mañana o de la tarde; manténgase hidratado e intente quedarse debajo de un ventilador de techo.
No pase de una habitación con aire acondicionado al exterior demasiadas veces: los cambios de temperatura bajan las defensas y empeoran resfriados y tos.
6. Consuma probióticos
No se puede recalcar más la importancia de los probióticos: los alimentos probióticos contienen bacterias buenas, el lactobacillus acidophilus, el saccharomyces boulardii y el bifidobacterium bifidum.
Esto ayuda el proceso de la digestión y previene la diarrea.
La diarrea es causada por un patógeno que se introdujo en el cuerpo mediante comida o agua. Los alimentos contaminados representan una auténtica preocupación.
La diarrea puede ser letal o como mínimo puede que le tengan que hospitalizar y suministrarle suero y antibióticos.
Sus defensas contra esos patógenos son muchos menores que las de alguien que lleva años viviendo en ese lugar.
La manera de combatirlo es consumiendo una buena cantidad de probióticos. Empiece comiendo yogur, kimchi y kefir alrededor de dos semanas antes del viake. Mientras está de vacaciones, coma cuajada si es posible. Si no, lleve pastillas de probióticos y beba solamente agua embotellada.
7. Evite el esfuerzo
A veces los viajeros hacen demasiado esfuerzo físico. Exagerar con el senderismo o la natación le pasará factura a menos que no haya estado siempre tan activo.
La actividad física repentina provoca dolores y si sigue, puede sufrir desgarres de ligamentos o lesiones de las articulaciones.
Después de un año de vida sedentaria en la oficina, de repente decide recorrer 10 kilómetros por la campiña de Grecia. ¿Cómo cree que reaccionará su cuerpo?
El jet lag, junto a un cambio ambiental y encima de ello el esfuerzo, puede ser un cóctel mortal.
Evite los riesgos: compre un seguro de salud antes de ir de viaje
Si se cae en un país extranjero, lo mínimo que se puede decir es que la situación será un reto. Muchos países no cuentan con un sistema sanitario público y la asistencia en los hospitales privados supone el pago de una cuota.
Además, podría necesitar evacuación, que es sumamente cara.
Afortunadamente, hay una solución: Insubuy ofrece excelentes planes de seguro de salud de viaje y seguro de viaje que le ayudarán independientemente de donde se encuentre en el mundo.
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¿Por qué el seguro internacional es tan importante? El coste: cuando está en otro país, es improbable que su seguro de viaje nacional le proporcione cobertura suficiente si es que la proporciona, para empezar. Si se enferma o lesiona de repente y necesita atención médica, los costes correrían enteramente de su cuenta. Y eso podría costarle cientos o miles de dólares. En estas circunstancias, el seguro médico de viaje funciona como una red de protección financiera, ofreciéndole cobertura para la asistencia sanitaria de emergencia en un país donde, de otra forma, no podría recibirla.
Concluyendo
Si está a miles de kilómetros de su país, es mejor estar preparado para los problemas de salud que estar desprevenido.
Diviértase y relájese pero no olvide ni por un instante la importancia de su salud y seguridad.