América es exaltada como la “Tierra de la Libertad” y el “Hogar de los Valientes”. Ser valiente significa ir a donde nadie ha ido antes, pero evite hacerlo cuando se participa en una charla trivial.
Lo que queremos decir es que, cuando se trata de una conversación trivial, hay que hacerlo de la forma habitual.
Aquí tiene algunos consejos que le ayudarán:
1. Limítese a los comentarios positivos.
Las palabras negativas hay que evitarlas a toda costa. Cuando se acaba de conocer a una persona, no se conocen sus preferencias, opiniones o puntos de vista sobre cualquier tema. Es aconsejable ser discreto, y ceñirse a los temas sobre los que nadie puede tener una opinión “equivocada”, como el tiempo.
Puede estar discutiendo de política apoyando al Partido Republicano, y tu interlocutor puede resultar ser un demócrata de séptima generación. Esto puede hacer que las cosas se pongan tensas e incómodas.
Para evitar esto, cíñase a temas ligeros como qué tal los niños, qué tal el coche, la posibilidad de que ganen los Lakers, etc.
Difundir un poco de positividad nunca ha hecho daño a nadie, y no va a empezar a hacerlo ahora.
2. Recuerde tener: entusiasmo, honestidad y afán
Para entablar una conversación trivial con éxito, tiene que convencer a la otra parte de que le interesa de verdad lo que tiene que decir y de que le gusta conversar con ella.
El objetivo de la charla es que ambas partes se sientan cómodas entre sí, para facilitar un mejor diálogo entre ellas.
Ese objetivo no se cumplirá, desde luego, si la otra parte piensa que sólo estás montando un espectáculo, así que no tiene sentido hacer las cosas a medias.
Dirija sus energías hacia ellos, y lo más probable es que le copien y dirijan sus energías hacia usted.
Cuando se centra en su interlocutor, da la impresión de que está dispuesto a priorizar a los demás por encima de usted mismo, lo que siempre es una buena señal.
3. No está en un tribunal.
Supongamos que conoció a alguien hace un par de semanas y no le gustó mucho su rollo. Un amigo común le vuelve a presentar mediante algo como “¡Hola Dave! Creo que te acuerdas de John, ¿verdad?”.
En este caso, lo mejor sería exagerar, sólo un poco. Responder con un “Sí, claro que sí. Me preguntaba cuándo nos veríamos la próxima vez, ¡y aquí estamos!”.
Sin embargo, es importante recordar que no hay que exagerar, ya que los estadounidenses se dan cuenta rápidamente.
Traducción: está perfectamente bien relajar un poco los hechos. Recuerde el ejemplo de que le presentan a una persona no muy agradable a la que había conocido antes.
Muestre entusiasmo y no muestre ninguna emoción negativa. Frases como “me alegro de que nos hayamos vuelto a encontrar tan pronto”, “qué agradable sorpresa” y “qué alegría volver a verte” son el formato estándar en estas situaciones.
Intente mantener sus sentimientos y opiniones personales al margen de cualquier conversación trivial que mantenga.
Además, hay que tener en cuenta que los estadounidenses parecen tener una memoria asombrosa para las cosas que se dicen durante las charlas.
Puede aprovecharlo dejando caer puntos relevantes sobre ti o tu objetivo durante la conversación como: “Oh, es curioso que lo mencione: mi hija está solicitando plaza en su escuela”.
Por otro lado, nunca mencione nada que no vaya a cumplir más adelante: le harán cumplir su palabra.
4. El deporte es el secreto.
La mayoría de las personas en Estados Unidos siguen al menos un deporte religiosamente.
Tienen una opinión lista sobre al menos uno, como las Grandes Ligas de Fútbol, el hockey o el béisbol.
Pocos pueblos de la tierra han sido mordidos por el bicho del deporte con tanta fuerza como los habitantes de Estados Unidos.
Elija un deporte y vaya a por todas. Si elige el béisbol, puede considerar entrenar a las ligas menores, seguirlas por televisión y asistir a los partidos en casa de su equipo.
Esto tiene el doble beneficio de dar mucho que hablar y de ayudarle a integrarse en su comunidad en Estados Unidos.
Ser totalmente aceptado en cualquier país nuevo es difícil, pero en realidad tiene que trabajar duro en los Estados Unidos demostrando su dedicación en todos los aspectos de su vida.
Debería ser capaz de mantener una conversación sobre la disciplina que haya elegido durante al menos 10 minutos, porque una vez que los estadounidenses se inician en un tema que les interesa, no hay quien los pare.
Tener amplios conocimientos deportivos es la forma más rápida de ganarse el respeto de un compañero de afición en Estados Unidos.
5. Comparta detalles personales
Si alguien hace o dice algo que le recuerda a algún conocido, sáquelo a relucir inmediatamente.
Si su compañero de charla se parece a un compañero de clase que tuvo en la universidad, hágaselo saber. Si le recuerda a su tía, comunícaselo. Si hablan como su hermano, dígaselo.
Esto establece una especie de relación personal con otras personas que puede ser útil más adelante.
En términos estadísticos, las conversaciones triviales suelen darse cuando dos desconocidos se encuentran. Puede ser para un trato de negocios, en un bar, en una cita, en el metro, etc.
Ser bueno en las charlas triviales mejora exponencialmente su primera impresión con la otra persona, y ya sabe lo que dicen: la primera impresión es la que cuenta.
Por ejemplo, si necesita indicaciones, seguro que no se las dará la persona a la que ignoró en el bar hace 10 minutos.
Esto no sólo es cierto para las conversaciones triviales: ser amable lleva lejos, en general.
6. Escuche, analice y siga interesándose.
Nunca es suficiente con hacer las preguntas correctas: hay que demostrar que se ha prestado atención.
Una de las mejores maneras de ser recordado es recordar. Si ha preguntado a alguien por la edad de sus hijos, siga con una pregunta sobre su colegio.
La gente es feliz cuando otra persona se interesa de forma semiactiva por su vida. La clave aquí es no hacer todas las preguntas a la vez.
Por ejemplo, bombardear a la otra persona con preguntas sobre su única hija sólo le hará parecer sospechoso.
No hay ninguna fórmula, pero preguntarles a lo largo de la conversación es una buena idea. La única “regla” real sobre la charla trivial es que la conversación no debe ser forzada.
Si su intercambio es rebuscado o forzado, creanos, será lo único que la otra parte recordará de usted.
7. El énfasis ES importante.
No digas “¿CÓMO te va, amigo?” sino: “¿Cómo te VA, amigo?”. Hemos incluido una lista para que le resulte fácil consultarla.
Considere la siguiente frase:
“Ella no va a volar a Yakarta mañana”. Ahora, imagine que esta frase se dice enfatizando el “ella”. Sería: “ELLA no va a volar a Yakarta mañana”.
Esto implica que alguien está volando a Yakarta al día siguiente, pero no la persona de la que se habla.
Ahora, considere la misma frase, esta vez, haciendo hincapié en “volar”. Traducción: “Ella no VOLARÁ a Yakarta mañana”.
Ahora el significado ha cambiado totalmente. Esta versión en particular implica que la persona de la que se habla va efectivamente a Yakarta, sólo que no en vuelo.
¿Ve? Además de estas dos combinaciones, la frase tiene otros seis posibles significados ocultos. ¿Puede encontrarlos todos?
La cuestión es que cambiar el énfasis de una sola palabra puede influir en todo el resultado de la conversación, así que tenga cuidado.
He aquí una lista de errores comunes de énfasis que la gente comete cuando entabla una charla trivial:
ERROR | ÉNFASIS CORRECTO |
¡Hola! ¿Cómo ESTÁ usted? | ¡Hola! Cómo ESTÁ usted? |
¿CÓMO te va, amigo? | ¿Cómo te VA, amigo? |
¿HAS oído LO QUE le pasó a [nombre]? | ¿Has OÍDO lo que le PASÓ a [nombre]? |
¡Hace MUCHO que no te veo! | ¡Hace mucho que no te VEO! |
Bonito tiempo HOY, ¿no crees? | BONITO tiempo hoy, ¿no crees? |
Esto puede parecer un poco confuso para algunos, pero el truco es enfatizar la segunda palabra desde la que normalmente se enfatiza.
Con estos consejos, ya está preparado para empezar a entablar una conversación trivial con los estadounidenses. No se preocupe si no le resulta natural al principio. Con un poco de práctica, puede convertirse en un experto en conversaciones ligeras con casi cualquier persona.