“No puedes detener las olas, pero puedes aprender a navegarlas“.
Jon Kabat-Zinn
Un chorro de agua rugiente e imprevisible junto a lo desconocido escondido en sus profundidades. Tal es la atracción poética del océano que le asusta, pero al mismo tiempo le atrae.
Si las playas son su lugar ideal de vacaciones, este artículo es para usted.
Estamos seguros de que, por muchos aspectos que le gusten del mar, hay algunos que le intimidan igualmente.
Ya sea la megalohidrotalasofobia (miedo a las grandes criaturas y objetos marinos bajo el agua) o la galeofobia (miedo a los tiburones), los océanos y los mares tienen todos los ingredientes de un festival de terror.
Uno de estos fenómenos aterradores son las corrientes marinas. La mayoría de las playas y regiones costeras las experimentan, ya sean terroríficas vorágines y remolinos o peligrosas corrientes oceánicas como las corrientes de resaca y marejadas.
Una revisión científica de los datos facilitados a la United States Lifesaving Association (Asociación de Salvamento de los Estados Unidos) reveló que sólo en los Estados Unidos se producen más de 100 muertes al año atribuidas a las corrientes de resaca. Las corrientes de resaca también son responsables de más del 80% de los rescates realizados por los socorristas de las playas. Entonces, ¿cómo mantenerse a salvo de ellas? Siga leyendo.
Marejadas, corrientes de resaca y resacas
Lo primero y más importante es conocer la diferencia entre las corrientes marinas. Los términos marejada, corriente de resaca y contracorriente se utilizan indistintamente, pero no son lo mismo. He aquí una explicación sencilla de cada uno de ellos:
• Marejada
La marejada, a menudo llamada por los ingenieros costeros “chorro de marea”, no es en realidad una marea. Las marejadas son causadas por la atracción de la luna y el sol, como todos aprendimos en las clases de ciencias.
Una marejada es una corriente local. Se trata de una fuerte corriente causada por el flujo de la marea que arrastra el agua a lo largo de una playa de barrera. Las marejadas se producen en zonas con ensenadas, como los estuarios y las lagunas.
• Corrientes de resaca
Una corriente de resaca, a menudo llamada corriente, es una corriente de agua fuerte, localizada y estrecha que se produce cerca de las playas con olas rompientes. Son muy comunes y no son un suceso extraño, en contra de la creencia popular.
Las corrientes de resaca están rodeadas de mitos. El mito de que quedar atrapado en una corriente de resaca te arrastrará al mar para siempre es absolutamente falso. Aunque las corrientes son uno de los principales peligros de la playa, lo único que hay que hacer es mantener la calma y la cordura en caso de verse arrastrado por una: en lugar de nadar contra la corriente, nade con ella y una ola difusa le devolverá a la orilla.
Sin embargo, tenga cuidado con las olas durante la temporada de tormentas, ya que pueden poner en peligro su vida.
• Resaca
¿Y ese mito que ha oído sobre las olas que arrastran a la gente debajo del agua? El verdadero culpable de ello es la resaca. Se trata de olas superficiales, por lo que rara vez hunden a un nadador.
Una ola rompiéndose empuja el agua hacia arriba en la playa, mientras que la gravedad tira del agua hacia abajo en forma de resaca. Cuando esta corriente de retorno rompe sobre la cabeza de un surfista o nadador, éste siente como si fuera succionado bajo el agua. Esto es esencialmente lo que es una resaca.
Aunque puede provocar pánico, una resaca sólo sumerge a la persona durante un rato, y nunca demasiado lejos de la orilla.
Sin embargo, las resacas pueden ser peligrosas para los nadadores principiantes o los niños pequeños y, por lo tanto, hay que tener cuidado.
Cómo mantenerse seguro en la playa
Aunque casi todo el mundo conoce las normas generales de seguridad que hay que seguir en la costa, hay algunas reglas generales que HAY QUE CONOCER sobre las corrientes marinas.
1. Infórmese antes de ir
Una regla muy sencilla pero a menudo ignorada: si va a visitar una playa que no conoce, reúna toda la información que pueda de antemano.
Compruebe los horarios de alta marea y baja marea del día de su visita, así como otras condiciones de la playa.
Si va a visitar la playa de un país o región que no conoce, asegúrese de buscar en las noticias locales si ha habido algún percance reciente ahí. No es para que se asuste, sino para que sepa con qué debe tener más cuidado.
2. Curiosidad por las corrientes
La mejor manera de estar a salvo de las corrientes o las resacas es no quedar nunca atrapado en una. ¿Y cómo puede asegurarse de ello? Informándose sobre ellas.
Para empezar, asegúrese de que sabe identificar el aspecto de las corrientes y las resacas, para poder mantenerse a una distancia segura de ellas.
En el caso de que se vea atrapado en una corriente, no se asuste. Y no nades contracorriente hacia la orilla. En su lugar, nade en paralelo a la costa y pronto saldrá de la corriente. Esto se debe a que, aunque las corrientes de resaca pueden ser fuertes, no son muy amplias.
Si se ve atrapado en una resaca, mantenga la respiración hasta que sienta que su cuerpo es empujado hacia la superficie, lo que ocurrirá muy pronto.
En cualquier caso, el mejor consejo es no luchar contra el agua y la corriente, sino trabajar en conjunto con ellas hasta que estés a salvo en la playa.
3. La seguridad es lo primero, lo segundo y lo tercero
Su seguridad y la de sus acompañantes debe estar en primer lugar en todo momento cerca de cualquier masa de agua.
Intente nadar cerca de los socorristas en todo momento. Además, manténgase alejado de las zonas de la playa en las que las olas no rompen y el agua sucia se retira de la orilla en lugar de ser empujada hacia ella: este es el mayor indicador de las corrientes de resaca.
Si ve a alguien atrapado en una corriente, no se lances a ayudarle, especialmente si no es un nadador experto. En su lugar, pida ayuda. Lo mismo vale si se encuentra atrapado en una corriente y no puede escapar. Mantenga la calma y pida ayuda con la mano.
Si no confía demasiado en sus habilidades como nadador, limítese a la playa y a los bajíos, y no se aleje mucho de la orilla.
Y, por muy buen nadador que sea, recuerde que el mar es imprevisible y ¡la marea puede sorprenderle en un santiamén!
El seguro es fundamental
Al planificar unas vacaciones en la playa, una parte crucial de esa planificación es adquirir de antemano un seguro de viaje o un seguro médico de viaje.
Mientras toma el sol en otro país, es probable que no cuente con la protección financiera de su seguro médico nacional si se lesiona o enferma. Los hospitales privados de las islas tropicales pueden ser muy caros o estar mal equipados para atender todo tipo de emergencias, lo que significa que podría ser necesaria una evacuación médica de emergencia. Cualquiera de las dos opciones tiene un coste prohibitivo, y tendrá que pagar toda la factura usted mismo si no tiene un seguro adecuado en vigor.
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