El estadounidense medio tiene una relación de amor-odio con el dinero, la cual se basa en un conjunto de contradicciones tanto intrigantes como complejas. Lea hasta el final para entender las razones.
El estereotipo del rico
A los estadounidenses les encanta burlarse de los ricos. Aunque a la mayoría de ellos les encantaría ganar más dinero, se complacen en estereotipar el rico como amoral, corupto y codicioso.
Este sesgo puede atribuirse a la creciente disparidad de la riqueza. Una encuesta de 2019 revela que el 27% de los estadounidenses reconoce tener sentimientos negativos hacia los ricos. Además, el 36% de los estadounidenses describe los ricos como egoístas, y el mismo porcentaje les considera codiciosos.
Más de la mitad de los estadounidenses entrevistados quiere que se le suban los impuestos a los ricos, y el 56.6% de ellos cree que los ricos están favorecidos por el gobierno.
La gran contradicción americana
Aunque el 99% de los estadounidenses lucha para pertenecer al 1% de los ricos, hay pruebas de que el estrés económico acosa a la mayoría de ellos. El factor de estrés más común al cual se enfrenta la generación del milenio es el de los préstamos estudiantiles. Otra encuesta del 2019 revela que el objetivo financiero principal de la próxima década para el 58% de los norteamericanos es de pagar la deuda.
Y he aquí la contradicción: pese a la presión financiera y la angustia ante su futuro económico, casi la mitad de los jóvenes norteamericanos declara que se van a jubilar a la temprana edad de 45 años.
¿Qué es el “Spaving”?
Una reciente encuesta realizada a 3000 estadounidenses confirma que el 58% de ellos ha caído en la trampa del “spaving”, que se refiere al fenómeno de gastar más dinero para tratar de maximizar el ahorro.
El spaving es una de las mayores trampas financieras, ya que aprovecha no sólo la conveniencia, sino el miedo. La compra frenética por miedo a la escasez conduce a decisiones financieras poco acertadas. El 32% de los estadounidenses admite comprar grandes cantidades en línea para evitar los gastos de envío. El 15% admite comprar artículos sólo para usar un cupón. El 11% de los estadounidenses declara comprar a granel, lo que conlleva un despilfarro. Este es quizás el hábito más derrochador, ya que se calcula que el desperdicio de alimentos supone entre el 30 y el 40% del suministro de alimentos en Estados Unidos.
¿Por qué los norteamericanos no consiguen ahorrar?
Casi la mitad de los norteamericanos tendría dificultades para enfrentar un gasto de emergencia. La razón es que vivir dentro de las posibilidades de uno y ahorrar, casi tiene una conotación negativa entre los estadounidenses e incluso se percibe como una debilidad.
En los años sucesivos a la recesión de los 70, el índice de ahorro subió considereablemente en los Estados Unidos. Sin embargo, en las últimas décadas, la amplia disponibilidad de crédito ha provocado un cambio en el que el estadounidense medio debe ahora más dinero del que tiene.
Otra teoría es que el auge de las redes sociales ha provocado un aumento considerable del consumo: gracias a Instagram y Facebook ensalzando repetidamente el consumo, los hábitos de gasto se han visto afectados.
Los peligros de las preocupaciones financieras
Como era de prever, las preocupaciones financieras enfrentadas por la mayoría de la población de EE.UU. tiene repercusiones negativas en su bienestar general. Un estudio llevado a cabo recientemente ha identificado las principales formas en que este estrés está perjudicando al estadounidense medio.
- Ataques frecuentes de depresión: según el estudio, el 31% de los estadounidenses sufre episodios de depresión al menos una vez al mes debido a la ansiedad financiera.
- Dificultades en la relación: el 21% de los estadounidenses encuestados considera que las dificultades financieras provocan situaciones de estrés con su cónyuge o pareja. El 71% de los estadounidenses ha admitido una infidelidad financiera.
- Reducción del rendimiento laboral: alrededor del 19% de los estadounidenses admite haber empeorado su rendimiento laboral debido a la ansiedad financiera. Esto puede afectar seriamente a sus carreras, lo que a su vez puede conducir a un mayor estrés financiero.
Eliminar el estrés financiero
Como se desprende de los hechos presentados aquí, el estrés financiero puede causar daños significativos en su vida. Afortunadamente, puede seguir unos sencillos consejos para evitar caer en esa trampa indeseable.
Primero y para empezar: es fundamenteal tener un presupuesto, ya que identifica las áreas de mayor gasto y permite distribuir el dinero de forma sensata. El segundo consejo es ahorrar para un fondo de emergencia: eso reduce el estrés ante gastos inesperados. Tercero, vale la pena fijar objetivos financieros, tales como un plan de jubilación. Estos objetivos pueden integrarse en el mismo presupuesto.
Los estadounidenses pueden sanar su relación con el dinero replanteándose el papel y el propósito que éste desempeña en sus vidas. Al mismo tiempo, el gasto de los consumidores representa el 70% del PIB de EE.UU. Por lo tanto, no todos los resultados del consumo estadounidense son negativos.