Las vacaciones normales ya no están a la moda: actualmente, las vacaciones a pie son la comidilla de la ciudad. Se trata de unas vacaciones en las que se camina del punto A al punto B y no, no es una excursión.
Unas vacaciones a pie permiten a los vacacionistas sumergirse por completo en la cultura del país que visitan. Como el ritmo es lento, se tiene tiempo para explorar pueblos desconocidos y se puede aprender sobre otras culturas en detalle.
No comerá una cena de cinco platos, pero sí paseará por caminos rurales. Si lo que le interesa es la experiencia etérea, lo disfrutará mucho, dado que estará en contacto con la naturaleza.
Si todo esto le intriga, debe saber cómo preparar el viaje.
Entrenar es más importante de lo que piensa
Puede que camine todos los días, pero aún así tiene que entrenar si va a ir de vacaciones caminando.
Caminar para pasar el día es totalmente diferente a caminar durante cinco u ocho horas en un día con un descanso mínimo. Sin entrenamiento, tal vez pueda mantener el ritmo durante dos días, pero al tercer día estará agotado.
Entrenar también le ayudará a conocer sus límites: una vez que adquiera el hábito de caminar a diario, podrá reconocer las señales de su cuerpo que le indican que debe parar. Es imprescindible saber esto.
Si ha comprado un calzado nuevo para las vacaciones, el entrenamiento también le ayudará a estrenarlo. Ayudará a que sus pies se acostumbren a los zapatos y al hábito de caminar con ellos, contribuyendo a evitar las ampollas.
El programa de entrenamiento
Su entrenamiento debe realizarse tanto en carreteras llanas como en pendientes. Comience con una caminata de 30 minutos el primer día, y aumente lentamente el ritmo cada semana. Lo ideal es comenzar el entrenamiento al menos tres meses antes del inicio de las vacaciones.
A medida que aumente el tiempo de caminata, aumente también el ritmo de la misma y la distancia. Si puede encontrar superficies irregulares para caminar, es lo ideal.
Lleve calcetines cómodos y resistentes a los golpes incluso durante el periodo de entrenamiento.
A medida que avanza el segundo mes de su entrenamiento, intente caminar durante una o dos horas dos veces por semana. Lleve agua en una mochila para acostumbrarse a la sensación de caminar con un peso en la espalda.
Un mes antes de sus vacaciones, empiece a hacer caminatas de práctica con todo su equipo puesto. Esto incluye la comida, el agua y otras cosas que piensa llevar. A estas alturas, debería ser capaz de caminar sin parar durante al menos una hora.
Reduzca un poco su entrenamiento durante los últimos tres días antes de sus vacaciones, para que sus piernas se recuperen para el gran viaje.
Reserve su viaje
El orden puede parecerle confuso, pero es importante que empiece a entrenar lo antes posible. Así que sí, después de haber empezado a entrenar, reserve su viaje.
Hay muchas rutas populares que les gustan a los senderistas. Considere la posibilidad de reservar a través de un sitio de viajes, y probablemente obtendrá el valor de un guía experimentado si lo hace de esta manera.
El inconveniente es que puede verse obligado a viajar en grupo, lo que significa que no podrá mantener el ritmo que desea. Esta es otra razón por la que es útil empezar a entrenar con antelación: le dará la mejor oportunidad de aumentar su resistencia.
Investigue y compruebe si será capaz de hacerlo sin la ayuda de un agente. Esto incluye la planificación de todas sus paradas y la reserva de un lugar para alojarse.
Si está de vacaciones en un país seguro, puede incluso montar tiendas de campaña en las paradas. Esta es la opción más barata, pero implica cargar con el equipo de acampada.
Trace la ruta
Una vez determinado el punto de partida, hay que saber a dónde se va y dónde se quiere parar.
Si ha reservado el viaje a través de una agencia, no tiene que preocuparse por este aspecto: ellos se encargarán de los pormenores. Pero si lo planifica usted mismo, tiene que sacar el mapa y empezar a marcar los lugares.
La ruta viene determinada en gran medida por la distancia que puede recorrer en un día. Si esta distancia es de 20 kilómetros , empiece a buscar hoteles a partir de la marca de 20 kilómetros. Es más seguro planificar las paradas antes de que las necesite, en lugar de esforzarse al máximo cada día.
Compre un seguro de viaje
Aunque una excursión a pie es una actividad relativamente segura, es mejor estar preparado. Unas vacaciones caminando pueden dar lugar a un esguince de tobillo o, peor aún, a un desgarro muscular.
Aunque no pueda proteger sus extremidades, puede proteger su cuenta bancaria.
Cada mes, miles de viajeros como usted utilizan Insubuy para encontrar seguros médicos de viaje y planes de seguros de viaje. Puede comparar fácilmente los planes y comprar uno en un abrir y cerrar de ojos. Así pues, ahorre tiempo entrando en el sitio web y comprando el plan de seguro internacional que se ajuste a sus necesidades.
Reúna su equipo
Así es como suele ocurrir: comprará un montón de cosas inmediatamente después de haber reservado el viaje, y luego se olvidará de su lista de equipaje. A continuación, se preocupará y se dará un atracón de compras una semana antes del viaje.
Para mantenerse cuerdo, no haga esto.
Anote su lista inmediatamente después de haber reservado el viaje. Incluya también en esta lista lo que ya tiene. De este modo, servirá de lista de la compra y del equipaje. Esto es lo que necesitará:
• Un mapa
Recuerde llevar un mapa digital y otro físico: nunca se sabe cuándo le va a fallar el teléfono o el GPS. Si quiere ser aún más prudente, lleve un mapa resistente al agua.
• Calcetines de sobra
Los calcetines serán su salvavidas en este viaje, y no añaden demasiado peso a su mochila.
Los calcetines le protegerán los pies en la carretera. Es esta capa de tejido la que trabaja sin parar para proteger sus pies de las ampollas.
Como va a estar caminando durante mucho tiempo, sus pies sudarán, lo que hará que los calcetines estén húmedos y huelan mal. Por ello, es posible que tenga que cambiarte los calcetines varias veces al día.
• Un buen calzado para caminar
Si quiere volver a casa de las vacaciones sin ampollas, un buen par de zapatos es imprescindible.
Asegúrese de estrenar los zapatos antes del viaje: todos hemos oído historias de terror sobre lo que ocurre cuando se camina con zapatos nuevos. Puede ser una experiencia dolorosa.
• Una mochila multiuso
Su mochila debe ser ligera e impermeable. Intente comprar una que tenga varios compartimentos: seguro que querrá mantener su ropa apestosa separada de la limpia.
Resulta muy práctico que la mochila se pueda plegar cuando no se utilice. Los bolsillos ocultos y los cierres de cremallera son muy útiles si va a estar entre la civilización.
• La botella de agua perfecta
La botella de agua perfecta no es demasiado grande, pero tampoco demasiado pequeña. Debe ser capaz de contener suficiente agua sin tener que rellenarla constantemente. Pero una botella demasiado grande también añadirá peso a su mochila.
Una botella de un litro es el tamaño perfecto. Si viaja a un país con agua no potable, también necesitará un purificador de agua.
• Botiquín de primeros auxilios
Un botiquín de farmacia ya preparado es una buena opción para sus vacaciones a pie. Pero, puede que tenga que añadirle un par de artículos más:
- La protección solar es fundamental: los paseos se realizan sobre todo durante el día, cuando el sol pega fuerte. Una quemadura solar estropeará sus vacaciones. También es posible que quiera llevar un poco de aloe vera por si sufre una quemadura solar.
- El spray antiinsectos es otro elemento imprescindible en su botiquín. Con todo el sudor y la peste que habrá acumulado, los insectos le adorarán, entonces es mejor mantenerlos a raya.
- La crema para ampollas es el tercer producto esencial de su botiquín. Aunque unos calcetines adecuados y un buen calzado están pensados para evitar las ampollas, es mejor tener otra solución a mano.
Recuerde ser comprensivo con usted mismo durante un viaje a pie: puede que algunos días no logre sus objetivos, y no pasa nada. La experiencia que se adquiere es lo que realmente importa.