Está sentado en clase económica cuando la azafata cierra la cortina entre su sección y la primera clase.
Sigue pensando: “Si tuviera más dinero, podría haber viajado en primera clase”.
Todavía hay esperanza para usted: en los próximos cinco minutos, descubra los trucos que utilizan los viajeros expertos para sentirse como si estuvieran volando en primera clase aunque están viajando en económica.
Compare los servicios de las compañías aéreas
Cada compañía aérea ofrece diferentes servicios en las clases económicas, así que compárelos para saber con qué aerolínea quiere volar.
Las aplicaciones de terceros le permiten comparar los servicios de las aerolíneas y averiguar el tipo de asiento, la inclinación y la anchura del mismo. También puede consultar las reseñas de asientos determinados: sepa si el asiento 38D de un Airbus de Air Lingus se reclina o no antes de reservar.
Sabrá si la aerolínea ofrece wifi y tomas de corriente. Además, sabrá si tendrá acceso a la televisión a la carta.
Reserve el asiento perfecto
¿Cuál es el asiento perfecto? La respuesta varía según sus necesidades.
Si prefiere más espacios para las piernas, reserve un asiento en la fila de salida de emergencia. Tenga en cuenta que tendrá que pagar hasta 80 dólares más que por los asientos normales.
Los asientos de la fila de salida no siempre se reclinan, así que si reserva un asiento en la fila de detrás de la fila de salida, es menos probable de que alguien recline el asiento y reduzca aún más el espacio para las piernas. Además, puede reclinar su asiento.
Los asientos en la parte delantera del avión ofrecen más espacio que los asientos normales. Sin embargo, no dispondrá de un bolsillo en el asiento ni de espacio para guardar cosas debajo del mismo.
Reserve un asiento de ventanilla si desea disfrutar de la vista exterior. Además, un pasajero que visita frecuentemente el baño no se abalanzará sobre usted cada 15 minutos. Si es usted el asiduo al baño mencionado anteriormente, reserve un asiento en el pasillo.
Reserve tanto el asiento de la ventana como el del pasillo si viaja con un amigo. Lo más probable es que nadie reserve el asiento del medio y tendrán toda la fila para ustedes. Si alguien reserva el asiento del medio, puede pedirle que se cambie al de la ventana o al del pasillo.
Reserve un asiento alejado del baño, así no tendrá que presenciar la cola ni soportar el olor. Elija un asiento alejado del motor para evitar el ruido. Puede conseguirlo sentándose en una de las filas centrales de un avión de fuselaje ancho, o delante de los motores en cualquier avión.
Si todos estas estrategias fallan, compruebe si hay asientos y filas vacías. Pida al auxiliar de vuelo que le traslade a los asientos vacíos: están más que dispuestos a hacerlo si pueden.
Disfrute de la sala VIP del aeropuerto
La entrada a las salas VIP de los aeropuertos ya no está reservada a los viajeros de primera clase y clase negocios: compre un pase diario o una suscripción anual para tener acceso en estas salas.
El pase diario puede costar hasta 50 dólares por persona, mientras que un abono anual puede costar hasta 650 dólares por persona.
Las tarjetas de crédito, incluida la tarjeta American Express Platinum, ofrecen acceso VIP a las salas de los aeropuertos. Tendrá que pagar una cuota anual que oscila entre 350 y 2.500 dólares, según la tarjeta.
Llévese un kit de cóctel
Si se aburre de las cocas dietéticas y las gaseosas que se sirven en el vuelo, prepare su propio cóctel con un kit de cócteles. No hay nada mejor que saborear un margarita o un Moscow Mule a 6.000 metros de altura.
Consulte con la compañía aérea para asegurarse de que le permiten llevar su kit de cócteles.
Lleve una almohada de viaje
Las compañías aéreas ofrecen almohadas gratuitas en los vuelos de larga distancia. Sin embargo, las almohadas parecen una toalla de papel envuelta en bolas de algodón. Además, las almohadas se deslizan detrás de la cabeza.
Lleve una almohada de viaje inflable. Elija una con forma de herradura que rodee el cuello: estas almohadas sujetan la cabeza mientras duerme, así que no tendrá dolores de cuello.
Estar sentado durante muchas horas puede dañar la parte baja de la espalda: compre una almohada lumbar para sujetar la columna y evitar los dolores en esta zona.
Lleve un antifaz
Bloquee la luz y duérmase con un antifaz.
Compra un antifaz que no se pegue a los ojos y que tenga cavidades oculares incorporadas: estas antifaces nunca presionan los párpados, lo que puede ser doloroso.
Lleve una manta
Sí, las compañías aéreas proporcionan mantas gratuitas. Sin embargo, las finas mantas nunca dan el calor necesario, así que debería llevar la suya en el equipaje de mano.
Si no tiene espacio para una manta en su equipaje de mano, lleve una bufanda o chal de pashmina. También puede llevar un cárdigan o una chaqueta ligera.
Lleve auriculares antiruido
Un compañero de viaje ruidoso; un bebé que llora; el rugido del motor. Cada uno de ellos -o todos combinados- puede arruinar su viaje. Los auriculares con supresión del ruido ofrecen la solución perfecta, para que no tenga que escuchar música a todo volumen para camuflar el ruido exterior. Las aerolíneas ofrecen auriculares gratuitos. Sin embargo, los auriculares nunca bloquean el ruido.
Las compañías aéreas ofrecen auriculares gratuitos, que, sin embargo, nunca bloquean del todo el ruido.
Lleve artículos de aseo
El aire frío de la cabina del avión puede resecar la piel, por eso llévese una crema hidratante y un bálsamo labial para proteger piel y labios. También puede utilizar una mascarilla hidratante.
Llévese geles para las ojeras para eliminar la hinchazón debajo de los ojos. También puede utilizar parches para los ojos para conseguir el mismo efecto.
Si alguna vez decide lavarte los dientes durante el viaje, pida un vaso de agua: el agua de los aseos de los vuelos no es potable.
Además, lleve toallitas desinfectantes para limpiar los asientos, los reposabrazos y las bandejas.
Llévese su comida
Si no le gustan las opciones que le sirven en el avión, intente comprar algo de chocolate o un tentempié en los puntos de venta de comida del aeropuerto antes de embarcar en el vuelo. También puede llevarse comida de casa.
Consulte el sitio web de la aerolínea para saber qué alimentos se permiten dentro del avión.
No lleve nunca comida olorosa y asegúrese de respetar el espacio de sus compañeros de vuelo: no hay nada peor que un compañero de viaje esparciendo patatas fritas por todo su pantalón.
Tenga expectativas realistas
Puede sentirse como si volara en primera clase si sigue los trucos que se acaban de mencionar. También puede ayudarse a sí mismo a pagar un billete de primera clase en su próximo viaje comprando un seguro de viaje antes de que éste comience. Con un seguro de viaje, estará protegido contra las pérdidas por cancelaciones y retrasos de los vuelos. Recupere los gastos no reembolsables que cubre su póliza para poder volver a viajar en el futuro. No se obsesione nunca con viajar en primera clase: llegará a su destino a la misma hora, independientemente de si viaja en primera clase o en económica. Así que concéntrese en el destino, no en el viaje.
