Si conoce a alguien que dice que le encanta viajar con sus hijos, lo más probable es que piense que o bien miente, o bien tiene la suerte de tener unos hijos que se adaptan increíblemente bien. Pero hay una tercera posibilidad: se trata de que hayan dominado las formas de viajar en familia sin estrés. Siguiendo estos sencillos consejos, usted también podrá lograr esa envidiable hazaña.
Haga que sus hijos no vean la hora de viajar
Los niños son más agradables en las vacaciones si les hace ilusión. Si se va de vacaciones, asegúrese de incluir en su itinerario algunas atracciones para niños. Antes de salir, puede entusiasmar a los niños enseñándoles fotos y vídeos de los lugares que van a visitar.
Por otro lado, organizar unas vacaciones familiares con adolescentes es mucho más complicado: si un sitio no les gusta, no les gusta. La mejor manera de hacer que no vean la hora de irse de vacaciones con la familia es escuchando sus aportaciones e intentar incluir sitios que quieren visitar.
Si viaja por otra razón que no sean las vacaciones, como para visitar amigos o familiares, todavía puede que los más pequeños se emocionen hablándoles de la gente que van a conocer o de los diferentes estilos de vida que van a experimentar.
Elija el alojamiento cuidadosamente
El alojamiento que elija debe tener en cuenta la edad de sus hijos. El hotel o sitio de alquiler en el cual tiene previsto quedarse debería ofrecer servicios para niños como juegos de mesa, patio de juegos y piscina.
Si viaja con adolescentes o niños adictos a sus teléfonos móviles, compruebe dos veces si el hotel tiene wifi gratuito y una buena red. A ser posible, evite reservar en hoteles aislados que podrían carecer de estos servicios
Consiga un carrito de bebé pequeño
Los carritos de bebé de tamaño grande o incluso normal pueden ser un engorro en los sitios concurridos como las entradas y salidas del aeropuerto. Por lo tanto opte por un carrito de bebé más ligero y pequeño para sus viajes.
Si tiene que cuidar a más de un niño, considere el uso de un arnés de seguridad para niños tipo mochila: reduce drásticamente el riesgo de perder los niños pequeños entre la muchedumbre.
Planifique su horario de vuelo cuidadosamente
Si viaja en avión con niños, es esencial que haga todo lo posible para reservar vuelos directos: aunque pueden ser más caros, le ahorrán el estrés de correr por el aeropuerto con los niños.
Al comprar los billetes de avión, tenga en cuenta la hora de salida y de llegada: los vuelos que salen temprano tienden a ser menos concurridos; además, es más probable que los niños se queden dormidos en los vuelos de madrugada, lo que permite pasar unas horas de viaje tranquilas.
Si llega a su hotel a última hora de la tarde o de la noche, puede cenar, acostarse y levantarse a la mañana siguiente a la hora local.
Permita que los niños tomen algunas decisiones
A los niños de todas las edades les encanta poder opinar: hacerles tomar pequeñas decisiones como elegir la comida o las bebidas, decir el orden de las actividades del día y el canal de televisión para ver, es suficiente para que los mas pequeños sean felices.
Los adolescentes difíciles de complacer pueden ser calmados hasta cierto punto permitiéndole explorar un entorno seguro por su cuenta. Pregúntele su opinión cuando a la hora de elegir las diferentes atracciones, las actividades en las cuales participar y agradézcale sus opiniones.
Prepárese para los contratiempos
Cuando viaje con los niños, los contratiempos son normales. Habrá cosas que se salgan de los planes: que sea una rueda pinchada o una escala en el aeropuerto, debería estar preparado para prácticamente todo. Aségure de llevar suficientes tentempiés para sus hijos, controle las raciones y reabaztéscase siempre que tenga la oportunidad.
Si viaja con bebés, esté bien abastecido de productos esenciales de higiene, como los pañales, toallitas húmedas y un cambio de ropa. Asegúrese de llevar suficiente comida y también chupetes.
Si a sus hijos le gustan los juegos de mesa, las consolas de juegos portátiles o escuchar música, debería asegurarse de meter todo eso en la maleta. Tener esos artículos a mano durante los retrasos de vuelo u otros contratiempos le ayudará a mantener los niños calmados y entretenidos mientras decide su próximo movimiento
Reparta las responsabilidades
Si viaja por carretera o por avión con uno o más adolescentes y niños pequeños procure repartir algunas de sus tareas con los adolescentes: esto también mantendrá a sus hijos mayores ocupados durante un rato.
Reserve un poco de “tiempo para mí”
No olvide tomarse un poco de tiempo para usted. Que se trate de leer su libro cuando los niños estén dormidos o disfrutar de un rato al sol mientras los niños se dedican a jugar bajo supervisión, tomarse un momento para usted le permitirá relajarse y disfrutar de su viaje.
Busque actividades que interesen a toda la familia
Un viaje familiar sin estrés es posible sólo a condición de que todo el mundo participe en lo que se haga. Estas activididades pueden ser de cualquier tipo, desde excursiones cortas, ver una película, actividades de artesanía, hasta sencillamente disfrutar de un picnic en el parque local.
Asegúrese de que nadie se sienta excluído o aburrido. Si bien se trata de una tarea complicada, mejorará con la práctica.
Prepárese para la presión del aire en la cabina
Si su hijo ha tenido un resfriado o una infección de oído recientemente, asegúrese de llevarlos al doctor antes de reservar sus billetes de avión. Los cambios de presión de la cabina cuando el avión asciende o desciende pueden causar malestar en los niños pequeños que sufren de acumulación de mucosidad causada por un resfriado o una infección de oído
El aire dentro del avión es más seco que en el exterior, y puede espesar la mucosidad presente en las cavidades nasales de los niños. En algunos casos, los cambios en la presión del aire pueden causar incluso un desgarro en los tímpanos.
Estas son algunas maneras de hacer frente a las molestias relacionadas con la presión del aire en la cabina:
- Haga que su hijo beba líquidos sin cafeína, como zumos de fruta y agua, a intervalos regulares: el proceso de deglución abre las trompas de Eustaquio del niño para ayudar a regular la presión del aire en su oído medio en función de la presión del aire en el exterior. Esto reducirá automáticamente el malestar producido por los cambios de presión de aire.
- Dar a los niños mayores de tres años un chicle o un caramelo duro es una forma sencilla de mitigar el dolor de oído durante un vuelo.
- Si su hijo está tomando medicación como decongestionantes o antihistamínicos, pregunte a su médico si tiene que seguir tomándolos durante el vuelo.
Un viaje libre de estrés con los niños no es tan difícil como muchos creen: se trata de estar preparados, mantener a los niños entretenidos, tener un seguro de viaje y centrarse en disfrutar de los momentos preciados con su familia.